En estos días que han pasado, muchas cosas han cambiado, la realidad
de una vida tal cual la conocía, desapareció, aun no me adapto a la situación
pero no hay de otra, el camino se volvió de pronto escabroso, impasable y
escarpado, de pronto debo empezar una cuesta arriba muy empinada, donde el
menor movimiento en falso puede provocar una caída sin parada, cabe pensar en
estos momentos muchas estupideces, no vale la pena hacerlo, si bien permití que
algunas imágenes de mi futuro trunco se
plasmaran ante mis ojos, ahora eh decidido seguir adelante aun con toda la
carga que se ha puesto en mi, humm no la verdad es que, nadie me ha impuesto
nada, soy yo el que debo asumir mis responsabilidades, las enfermedades
aparecen por los descuidos que tenemos,
por no valorarnos a nosotros mismos o sobre valorar aspectos nada
productivos de nuestra vida, en mi caso, la delgadez, la cultura de la moda y
el estar siempre “regio”, han minado profundamente mi salud, me ha tumbado a la
cama con una bella cintura pero con la imposibilidad de realizar actividades
usuales.
Hasta ahora no me explico, como es que la sociedad nos inculca desde
pequeños la necesidad de estar a la moda, una moda nada sana, nada productiva,
consumidora de energías y dinero, no solo se consume la ropa, sino los estándares
de ella, como debemos llevar una alimentación sana en la cual no hay ni un solo
elemento natural, todo envasado, en otras palabras, ponemos en platos de oro
nuestro organismos ante enfermedades tales como el cáncer, la desnutrición,
entre otros, lo más notorio es que nadie quiere darse cuenta, que este
negociado no nos beneficia, más vale tener un buen bolso, un buen par de
zapatos un pantalón que nos quede bien, a que la salud este rebosante y no
tengamos complicaciones, este mundo se ha vuelto loco y nosotros con él.
Bueno, una pequeña llamada de atención a mis compañeros con los que
comparto este planeta, en fin, ahora este descuido hecho premeditado en el
lapso de los años, me han tumbado a la cama, defensas bajas, fatiga, sueño,
cansancio, hambre, (aunque en realidad este ultimo siempre lo tuve, pero todo
aquel que ame la moda, debe salir glorioso
del hambre sin probar bocado alguno, yo fui !
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